Ponte el alma: arte acción por el derecho de las mujeres
Proyecto ganador del Fondo concursable de innovación Voz y Liderazgo de las Mujeres - Perú
“Ya va a venir el día…”
César Vallejo
Marea Roja - Ponte el alma es un colectivo de arte-acción en el espacio público que articula, interpela y conecta con la ciudadanía para exigir el respeto a la democracia, la justicia y la memoria histórica.
Juntas respondemos a un problema
En Perú el espacio público presenta limitaciones que afectan el derecho a su uso y disfrute en igualdad y democracia, afectando derechos humanos como el derecho la protesta y el derecho a la libre expresión.
Esta problemática afecta, de particular manera, a las mujeres, pues se suman las dificultades del ejercicio del derecho a la participación política y la libre expresión debido a las brechas de género y los efectos de la violencia machista.
Por nuestra voz y liderazgo
Ponte el alma: por el derecho de las mujeres es un proyecto de innovación de mediación cultural que, a su vez, es parte del proyecto “Voz y Liderazgo” en Perú. Una iniciativa del Gobierno de Canadá de la mano de CUSO Internacional y organizaciones como DEMUS, ONAMIAP, Flora Tristán y Manuela Ramos, que tiene como objetivo avanzar en los derechos humanos de las mujeres y la igualdad de género.
A través de este proyecto, nos trazamos el objetivo de trabajar en el fortalecimiento organizacional y la capacidad de liderazgo comunitario de Marea Roja, como espacio colectivo de activistas feministas y defensoras de derechos humanos.
¡Ponte en acción!
En el marco del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las mujeres se desarrolló una acción escénica transeunte -producto de un laboratorio de creación colectiva- con el fin de exhortar a las autoridades, al Estado y la sociedad a unirse en favor de una vida libre de violencia de género.
La intervención se realizó por diversas calles del centro de Lima, el día 25 de noviembre de 2022, a través de un recorrido que partió desde La Plazuela de las Artes del Teatro Municipal, ubicado en Jr. Ica, el Jirón de la Unión, la Plaza Mayor, el frontis de la Catedral, hasta llegar a los exteriores de la Casa de la Literatura.
Aquí puedes ver el microdocumental Marea Roja-Ponte el Alma
Mover y remover: un testimonio de la marea
Por Tania Romero Barrios*
Tras quince años fuera de Perú, y diez de investigación y activismo feminista, encontrarme con las Mareas, en carne y hueso (o en ola y viento), fue lo mejor que me sucedió en ese accidentalmente alargado viaje a Perú. Mi primer encuentro con su trabajo fue desde las redes, donde pude seguir sus acciones a través de lo que compartían algunas compañeras. Estos dos momentos de encuentro, de preparación y acción por el 25N de 2022, si bien fueron cortos en tiempo, fueron intensos aprendizajes y emociones compartidas. Añado simplemente que, no habiendo participado en los laboratorios, y debido a lo fugaz de mi presencia, puede que mis impresiones no logren rendir cuenta a cabalidad de la amplitud del trabajo realizado por Marea roja.
Tras quince años fuera de Perú, y diez de investigación y activismo feminista, encontrarme con las Mareas, en carne y hueso (o en ola y viento), fue lo mejor que me sucedió en ese accidentalmente alargado viaje a Perú. Mi primer encuentro con su trabajo fue desde las redes, donde pude seguir sus acciones a través de lo que compartían algunas compañeras. Estos dos momentos de encuentro, de preparación y acción por el 25N de 2022, si bien fueron cortos en tiempo, fueron intensos aprendizajes y emociones compartidas. Añado simplemente que, no habiendo participado en los laboratorios, y debido a lo fugaz de mi presencia, puede que mis impresiones no logren rendir cuenta a cabalidad de la amplitud del trabajo realizado por Marea roja.
La rabia alegre o la potencia de la creatividad en las calles
“Ponte el alma”, fue el fragmento de verso de Vallejo, que me llevó a uno de los primeros videos de las Mareas, de la marcha realizada el 10 de noviembre de 2020, en la que un oleaje de faldas rojas con los brazos extendidos hacia el cielo se imponía en la primera línea frente a una fila de policías, al ritmo de quenas y tinyas, abriendo paso a la llegada de una inmensa bandera peruana. La conjunción de poesía, música y la apuesta por esa rabia alegre tan propia de lo mejor de la tradición feminista latinoamericana, sintetizaron en los 5 segundos que duró el video algunos de los aspectos que encuentro más valiosos en el trabajo de las mareas: la construcción desde la alegría política, la sinergia de creatividades y el desplazamiento de la literatura a las calles. Que los versos de Vallejo o Arguedas salgan del corset de los libros, dialoguen con el coro de voces que los entonan, en español y quechua, en los mismos espacios en los que se disputan sus sentidos, es casi un acto de justicia poética.
Genealogía y convergencia política
Conocer la historia de las Mareas y sus momentos fundacionales, lejos de ser una suma de elementos puramente contextuales, rinde cuenta de las múltiples genealogías que se han venido tejiendo. Hechas de tradiciones y generaciones diversas (sus fundadoras), la convergencia frente a la necesidad de un crear colectivo, le confiere a las Mareas precisamente esa riqueza y complejidad que brinda tanto la colaboración como la apertura. Considero además que estas micro genealogías, se inscriben en el marco de la más amplia construcción de genealogías femeninas, que, al mismo tiempo que se contraponen a una construcción androcéntrica de la historia, sientan las bases y permiten la creación de nuevos referentes. Se entiende así que, desde el inicio, su participación se haya realizado en momentos claves de la defensa de la memoria y de la democracia, en la medida en la que, la participación de las mujeres a estos procesos, no es accesoria sino esencial, y rompe, con su convergencia, toda posible sectorización de las luchas.
Sororidad feminista
El poder compartir sus espacios de creación, ensayos e intercambio, ha sido fundamental para añadirle a los gestos, los afectos desde los cuales se han venido construyendo. Acuerpar desde las calles, más que una consigna, se construye, también, como el resultado de un acompañamiento sostenido por y desde la horizontalidad y el respeto mutuos. Entiendo así las dinámicas que se construyen fuera de los espacios de acción, en las que prima tanto el autocuidado, como la reactividad y la creatividad/capacidad de propuesta propia de los espacios seguros.
El oleaje y los latidos
De todas las imágenes que me han marcado de la acción, me gustaría referirme a aquella en la que las Mareas, en fila, casi rozándose las manos, miman el vaivén de las olas al compás de los tambores que recuerdan los latidos del corazón. No es una imagen perceptible en las fotografías sino solo en los videos. No es una imagen marcada por ningún gran gesto o posición, pero, a mi parecer, concentra la tremenda fuerza colectiva, y en estado latente, capaz de generar grandes transformaciones. El carácter pausado y la impresión de tranquilidad que surgen de este paréntesis a los movimientos fuertes de las faldas, y los bailes, me hacen pensar en la potencialidad oculta del oleaje que, a pesar de su aparente tranquilidad, puede, cual tsunami, también arrasar. Cuando este compás además acompaña la marcha y los gestos, no puedo dejar de pensar en dos acciones: mover y remover. La primera que remite al avance continuo y colectivo de las reivindicaciones, la segunda que remite a lo que no solo será transformado, sino extraído, desde las orillas, desde la raíz.